En su columna de cada viernes en el programa Agenda Abierta 21, el politólogo Osvaldo Cuesta se refirió al acuerdo internacional que permite la explotación petrolera en las Islas Malvinas. Argentina se ha manifestado en contra del acuerdo y lo ha denunciado como ilegal.
Por Osvaldo Cuesta
Edición Diego Adur
Existe un acuerdo entre la empresa petrolera británica Rockhopper y su par israelí Navitas Petroleum con el objetivo de hacerse cargo de la explotación del yacimiento León Marino, situado frente a las islas.
Dicho acuerdo es absolutamente ilegal tanto desde el punto de vista nacional como internacional. Las Malvinas son Argentinas y el espacio marítimo a explotar también lo es.
Se trata de una inversión millonaria que pretende recuperar mucho dinero en un futuro cercano.
Existe una cuestión geoestratégica en Malvinas, no solo por este acuerdo que pretende explotar y hacerse del petróleo de la isla sino porque también las islas representan un puente fundamental para comunicar los continentes americano y europeo y perpetuar la dominación cultural y económica que existe de uno sobre otro.
Samuel Moody, director general de la empresa británica, festejó la aprobación del proyecto que “marcará el comienzo de una nueva era para las Malvinas”. Inmediatamente después, el Estado argentino a través de un comunicado emitido por la Secretaría de Energía declaró el proyecto de ilegal por tratarse de una compañía que no cuenta con las habilitaciones pertinentes para tal tipo de actividad.
En el acuerdo firmado por las empresas extranjeras no se menciona en ningún punto la complejidad que acarrea este proyecto para nuestro país debido al sostenido reclamo de la soberanía argentina sobre las islas.
Quien también manifestó su oposición al proyecto de explotación petrolera en Malvinas fue Guillermo Carmona, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur. En ese sentido, acusó a la empresa israelita y a la compañía británica de intentar una explotación hidrocarburífera ilegal en Malvinas. Además, destacó que Malvinas es uno de los territorios más militarizados del mundo y que eso responde a la falta de argumentos jurídicos, históricos y geográficos para sostener la soberanía del Reino Unido sobre las islas.
Nos están robando los recursos que deberían pertenecer a la Argentina. Quienes se opusieron a la explotación off shore en Mar del Plata deberían estar mucho más indignados aun por este acuerdo millonario que significa la explotación en un territorio argentino y que dará ganancias exorbitantes a otros países. Tales argumentos tienden al colonialismo ya que impiden que Argentina pueda utilizar sus propios recursos.